Es jueves, son las dos de la tarde y Tartu recibe a Vayaina Mag como una reina digital en el jardín arbolado del hotel Bens. El sol arde sobre la piel clara de Palermo. A pesar de que el año está en su declive, y parece que todo ya ha sido dicho en este larguísimo 2024, el entertainer Augusto Tartufoli, nuestro #cupomasculino de diciembre, nos comparte generoso su tiempo entre trabajos y nos abre las puertas de su mundo para conversar sobre política, televisión, streaming y farándula. Tal cual habla: sin pelos en la lengua.

Foto: Gonzalo Pardo

La semana pasada, Cristina Fernández entró al acto del Partido Justicialista con “Fanático”, el tema de Lali que causó tanto revuelo. ¿Qué te dice a vos del estado actual de la oposición peronista que personajes como Dillom o Lali sean tomados como baluartes para dar una batalla que los políticos mismos no terminan de dar? ¿A quién le hablan? 

No le hablan a nadie. Lo que quiere decir, en mi humilde opinión, que el peronismo está muerto. Si tenés que recurrir a un conjunto artístico vacío como es Lali, o como es Dillon, es porque no hay nada ahí: hay un na na na na, que además Cristina baila. Reemplazaron la marcha peronista, que habla de combatir al capital, por un na na na na, ¿entendés? Tampoco creo que sea la búsqueda de ciertos jóvenes para referenciarse en ellos y recuperar el voto joven, como hace Javier Milei. No creo que haya ese pensamiento cínico, es peor todavía. Hay un desierto o una pereza intelectual que dice “ah, mirá lo que dicen estos pibes, cómo resisten”. Pero ni Lali se resiste, hizo ese tema como podría hacer otro la semana que viene, que tampoco dice nada. Me parece impactante.

La foto del otro día, del consejo del mate, fue una puesta en escena como si se quisieran parecer a los uruguayos, que hace cincuenta millones de años tiene 3 millones de personas porque expulsa gente. ¿Uruguay? ¿Por qué querés ser uruguayo? ¿Dónde está la virtud, el valor ahí? Ahí estaban todos con el mate, lo que me dio una imagen de derrota tremenda, de no saber para dónde ir. Cambio la época y esta gente no esta registrando absolutamente nada. Están muy capacitados en el sentido de su supervivencia dentro de la partidocracia, acostumbrados a vivir dentro del Estado, con cosas resueltas, sin plata en la billetera; les dicen que tienen que ir a Rauch, y se suben a un auto y van. Cuando hablan de resistencia se deben referir a la propia, a ellos resistiendo en sus propios lugares de confort. 

Foto: Gonzalo Pardo

¿Hay posibilidades de rearmarse? ¿Cómo debería ser ese rearmado?

Lo vengo debatiendo mucho y lo que yo veo, desde la intuición, es una salida un poco más a la izquierda. Pero bueno, ahora le dicen comunista a Horacio Rodríguez Larreta. ¿Estamos todos locos? Esta época es así, prioriza la crueldad para con el otro. A la larga va a venir la solidaridad que se imprime en la izquierda, pero ahora hay gente pobre que se pone contenta porque echan a otros pobres del trabajo.

Pobres contra pobres, y con un aval tremendo.

Sí, un aval tremendo. Esta normalizado, festejado.

Hace unos días, Mariano Llinás le respondió a Victoria Liendo en una entrevista para la revista Seúl —que fue un gran sketch de Gasalla— que le parecía “inadmisible” que los artistas e intelectuales apoyen a un gobierno. ¿Qué te parece a vos?

Voy a usar una frase de Andrés Calamaro: todo artista de bien siempre tiene que estar en la oposición. Inclusive cuando en el gobierno hay una campo nacional y popular donde te sentís cómodo. Tenés que hacer oposición igual, no podés estar bajo el mecenazgo del Estado. Cambió tanto el negocio que lo que están buscando básicamente es eso, el mecenazgo, que los contrate tal provincia o tal municipio. Parece que el arte, que debería ir siempre en contra de, tiene que tener el sello de aprobacion estatal en función de la supervivencia del artista porque, si no, no puede sobrevivir. Bueno, puede ser que sea una época en la que el artista no pueda sobrevivir. Pero, maestro, te tocó esta época, ¿qué vamos a hacer? Además, nadie está contando la época tampoco, no está sucediendo. ¿Cómo te vas a acordar de esto? 

Hay una dificultad de narrar el poder. Siempre se cuenta la victimización y la víctima, lo que funciona en el mercado. Si no te animas a “hablar de los malos”, a incomodar, tu arte queda supeditada.

Es una vergüenza. Si tenés las herramientas dialécticas, hay que mover un poco el culo. Un artista tiene que ser crítico.

Pero eso tiene un costo…

Bancatela si sos artista.

Foto: Gonzalo Pardo

En la misma conversación, el director aseguró que “en el fondo lo único que le importa a la gente es la televisión”. ¿Qué ves en esa aseveración en relación a la proliferación del streaming? ¿Estás de acuerdo en que la TV sigue siendo más magnética y popular que la pantalla del celu o de la compu?

Coincido, la tele sigue siendo la reina. Porque, con bajo costo de entrada y de funcionamiento, el streaming es televisión también, aunque carece de la formalidad y los niveles de producción, de profesionalismo. El streaming es como una televisión Manaos.

Segunda marca.

Segunda, sí. Pero también hay terceras y cuartas marcas, al límite de lo comestible. La tele produce un engagement muy fuerte; son los famosos medios obliterantes. El otro dia vi una encuesta muy copada de Max que decía que el 40% de la gente que ve la señal lo hace con el celular en la mano, haciendo otra cosa. Estás viendo televisión de entretenimiento, de calidad, y sin embargo no podés prestarle atención porque estás en Instagram, en Twitter, en otra cosa. Sin embargo, es obliterante, porque posiblemente lo que estás tuiteando o buscando tiene relación con lo que estás viendo.

La TV es lo mas fácil de entender. El storytelling de la tele es extraordinario: hay una cabeza parlante que te dice cosas. Se ha ido degradando la sofisticación del relato, ya no hay más de eso. A mí no, pero a la gente le parece un genio Carlos Pagni porque articula dos palabras. Son dos palabras nomás, pero es tal el desierto… ¿No viste que todos los graphs tienen faltas de ortografía? No pueden ni sintetizar una idea ni escribirla bien. De hecho, uno de los problemas que ha tenido la TV es que se volvió algo ágrafa. Hay gente orgullosa de no leer, como si fuera un lugar de resistencia. 

¿Ves algún programa por streaming?

No me gusta ninguno pero los miro todos por deformación profesional. Me parecen todos lamentables, se bajó la vara. Vos tenés los streams comerciales que básicamente son cumpleaños de niños de 11. Ahí cada uno tiene su rol, es in eternum, toda la programación de Olga es así. Luzu es un poquito más popular, ponele, pero lo mismo. Después tenés los de política, he ido a Blender que teóricamente tiene una mirada un poco más política, pero tampoco son cosas pregnantes porque no las ve nadie. El otro día fue la misa, eso que hace el Gordo Dan con el Galleguito Álvarez, y estuvo con ellos Javier Milei. 50 mil personas estaban viendo al presidente. Medio punto de rating, y lo celebran. Hay más gente en mi cumpleaños. Si yo llego a hacer medio punto en televisión, me echan. 

Lo que tienen esos programas es que después la difusión pasa por otro lado, con los clips…

Sí, coincido. Pero tiene un declive. Vos no estás mirando recortes de hace tres años. Es super instantáneo. Mañana nadie está mirando la misa de ayer, tal vez sí algún recorte. Los medios mainstream, que son perezosos, cortan eso y lo usan legitimados desde su lugar. Todo se transformó en un gran RSM, el programa de Mariana Fabbiani, ¿se acuerdan? Antes no usabas algo de otro programa, por una cuestion de orgullo, porque eso no te pertecenía. Hoy levantan cualquier cosa, de otro canal, de un programa que compite con el tuyo, y lo comentan arriba. 

Foto: Gonzalo Pardo

Es cierto que las marcas ahora están en el stream. El otro día Migue Granados decía orgulloso que los apoyaban 97 marcas. Pero le dan dos pesos con cincuenta, si no no tendría casi 100 auspiciantes, tendrían cuatro que le pagan bien. Pero el gerente de marketing de la empresa queda bien, porque sabe que están en Olga que es donde hay que estar. Todos se quedan tranquilos pero en definitiva no pasa nada.

Ya que traés a colación a Migue Granados, ¿qué vienen a encarnar los nepobabies de la Argentina donde el empleo joven fue reemplazado por el precariado de Rappi y las apuestas online?

El nepobabismo es como funciona el mundo de verdad, no es un fenómeno nuevo. Siempre miré el tema con interés. Hace unos años hubo un best seller que se llama Battle Hymn of the Tiger Mother, de Amy Chua, que cuenta la disciplina con la que las madres chinas crían a sus hijos. Se aseguran de que sepan hacer la cama, de que se saquen 10 en los exámenes, de esto y aquello. Pero esos pibes que brillan en la universidad, cuando salen, ven cómo contratan al que tiene contactos porque su padre es amigo del gerente de Unilever. Así funcionan las cosas: network. Después está la tontería de la meritocracia que vendía Mauricio Macri, el hijo de Franco Macri. Hola, ¿qué tal? 

El nepobabismo en los medios nos parece flagrante porque indica que ya no hay que tener ni demostrar ningún tipo de talento para nada. Con ser hijo de alcanza. Tenés al hijo de Pablo Granados en Olga, que es de los hijos de Cella, que era el productor de Susana. En la vereda de enfrente, tenés a Diego Leuco, que es el hijo de Alfredo Leuco. En Blender tenés a Tamara Pettinato, que es la hija de Roberto Pettinato. En la TV, tenés a Juanita Viale, que hereda la comandancia de una mesa. ¿Pero qué es? Es la nieta de, una persona que a los 40 años le dicen lo linda que es porque no pueden decirle otra cosa. Es hermosa, tiene un rostro soñado, pero el tema es que no muestra nada más. ¿Cómo puede ser? Aparte el nepobabismo argentino está hecho de hijos de famosos que no van a la universidad, que apenas terminan el secundario. Muchos de ellos iban a la ORT, una buena formación secundaria que les hace comer el trip a padres e hijos que con eso les alcanza. Sería mejor que vayan a un colegio secundario re falopa, que en quinto año se den cuenta de que no saben un carajo y pasen por la universidad o un terciario. ¿Cuál es medico, cuál es ingeniero? Después tenés casos raros, como el hijo de Valeria Mazza que es campeón de sky. Descubrió una pasión, sabe esquiar, lo acompañaron. O Franco Colapinto, cuyo padre ex piloto tuvo que vender la casa para que el pibe pudiera llegar. No heredó nada.

Sofía Gala tiene talento, es valiosa.

Ella peló. Desde un lugar de rebeldía, eligiendo un recorrido que la sacó del confort. Porque hay un camino del artista, algo que yo le critico a la nueva generación, de músicos sobre todo. Para la gente de nuestra edad, el camino del artista era otra cosa. Se juntaba guita para alquilar la sala de ensayo, se viajaba en el 55 con la guitarra con miedo a que te la roben. Todo eso te va armando como artista. Estos pibes en la pandemia enchufaron un celular, hacían un baile al que por alguna razón le llamaban challenge, y después pasaron a llenar un Vélez, como María Becerra. ¿Qué hay ahí? Nada. Entonces les pasa lo que le pasó a Emilia Mernes, que ve el Movistar Arena lleno, le duele la panza y suspende el show porque no sabe cómo llego hasta ahí. A Chizzo de La Renga no le pasa eso.

Foto: Gonzalo Pardo

¿Viste que le preguntas a un pibe por lo que quiere hacer y te responde que quiere “pegarla”? Cómo, no saben, pero anhelan ese efecto de cero a cien.

Hay un perfil muy fuerte en la gente joven que votó a Milei en esto de pegarla. Tenés el mundo crypto con toda la fantasía: compraste bitcoin a 20 mil y después se va 100 mil. Sí, todo bien, pero habías comprado 10 mil pesos, ahora tenés 50 mil, maestro. Estás en el fondo del mar igual. Pero bueno, se genera el efecto riqueza. El pobrerío que votó a Javier Milei puso en marcha un tragamonedas para ver si esta vez les toca salvarse a ellos y quedar dentro del 20% que la va a pasar bien. Yo creo que vamos a una especie de modelo peruano, 20% de los que vamos a estar acá, en Palermo a las dos de la tarde, comiendo tortitas, y un 80% que va a ser Walkind Dead.

¿Qué pensas de Luigi Mangione?

Me gusta la teoría conspirativa de X que dice que es un framing, que en realidad no es él el autor del crimen y lo están inculpando. Y la otra, ¿cómo lo van a buchonear los pibes de McDonalds? Ya salieron otras cadenas a decir que le hubieran escondido el arma, que lo hubieran bancado. 

Es fascinante el fanatismo que se generó por el chabón. Debe ser porque es lindo.

Porque es lindo, ¡olvidate! El único sustrato de la política es la estética.

Y la negación más grande.

Pero es la posta. Hablando con gente de la política, uno de zona norte decía con un dejo de sorpresa “acá votaron a Achaval”, y yo me reía. Pero si Achaval es de ustedes: blanco, millonario, vestido de Legacy, con mocasines. Es una opción estética, un deber estético, votar a Achaval en Pilar. Aunque sea peronista, estéticamente es lo que tiene que ser. 

Foto: Gonzalo Pardo

Hay una idea, no sé qué tan acertada, de que “volvieron los 90’s”. El otro día Lu Álvarez decía, en Hipótesis de Conflicto, en CEIBO, que en este tiempo “hay más cultura que nunca”, una idea que puede triggerear a cualquier progresista. La vuelta de Susana, el revival de los productos de Cris Morena, los puteríos de divorcio entre Wanda e Icardi, entre Pampita y Moritán. ¿Cuánto de ese ruido se corresponde con el cambio de época y cuánto estuvo siempre ahí, solo que tapado por la moral progresista?

Creo que fue tapado. No corresponde a la época. Cuando pierde el menemismo, más allá del índice de desempleo con el que se fue, lo que hay es una sanción a la época. Milei puede sufrir a la larga un desempleo alto pero no le va a caber el mismo tipo de sanción, porque la de Menem fue una sanción por haber perdido, de alguna forma, la elegancia. Es más, en el fondo, es una sanción estética a la pizza con champagne, al Pinamar de los 90s, al robo para la corona. La sanción vino a pedir algo un poco más recoleto. 

Como las épocas son pendulares, coincido con que hubo una represión muy fuerte de parte de esta moral progresista en función del sesgo estético que tenía, pero en el fondo está reprimiendo lo que estaba en ebullición ahí. Palito Ortega decía “me pasa lo mismo que a usted”, en este aspecto: Susana se separa como se separa cualquiera, se revolean cosas adentro de una casa, en Palermo o en Ramos Mejía. ¿Por qué vas a reprimir eso?  

Prima la idea progresista de que los progresistas se separan bien y quedan amigos…

Es una estupidez total, una vergüenza. Es algo que no debería suceder. Hay que separarse mal, revolear platos, sino no se entiende. Una frase hecha de nuestra colonia artística dice “nos amamos profundamente pero en este momento decidimos separarnos…”. Bueno, si te separas, no te amas profundamente. O la peor, la que dice “nos separamos pero seguimos siendo una familia”. No, justamente, cuando te separas, no sos más familia. Pero bueno, hay una confusión y un temor muy grande a lo que sigue después. No sé si va a volver el pizza con champagne tal como era. Estos no son los 90’s.

Nunca nada se repite igual, siempre viene con otro elemento. La lectura política que emparda este periodo con el menemismo es desacertada.

Coincido. Es más complejo. Antes de que todo esto sucediera, yo me daba cuenta de que la gente, muchos trabajadores de servicios, iban a votar a Milei. Hablaba con muchos porque quería saber qué les pasaba. Massa me representaba a mí, un burgués que llega a fin de mes, no a ellos. 

Foto: Gonzalo Pardo

A ese sector no se le dirigió la palabra, mientras que Javier Milei propuso un horizonte.

El peronismo al día de hoy tampoco logra salir de eso. Están, insisto, ocupados en mantenerse en el calor del estado y su zona de confort. Para la gente no están pensando nada.

¿Vos sos peronista?

No, cero. Me hubiera gustado ser peronista pero llegué 50 libros tarde. Y tengo una formación académica más tirada a la izquierda. Entiendo que el peronismo es el campo que mira a aquel que está mas desprotegido, pero hoy no tiene las herramientas para solucionar eso. Tampoco la izquierda. El otro día, Chipi Castillo del FIT le daba a Alejandro Fantino una definición de trotskismo que no es. Decía “nosotros tenemos que juntarnos es asambleas y resolver”. Pero eso es una social democracia a pleno. Este es el único trotskismo del mundo que se emociona porque mete un concejal en Salta. No es así, maestro, vos tenés que romper cabezas. No sé por dónde es, pero hay que colgar al rico: eat the rich. Uno que pasa por la calle me puede decir que me tiene que colgar a mí, pero hay una confusión muy grande. Ganas dos pesos y te ven como rico. 

Al rico posta no se le conoce ni la cara.

O son idiotas como Galperín.

Estamos en una fase post Me Too, post Ni Una Menos, donde gran parte de esa narrativa explosiva se fue diluyendo y otra, en parte, se nos vino en contra. ¿Cómo ves el tema de las cancelaciones? ¿Sigue estando presente? ¿Crees que cierta parte de ese feminismo se reacomodó para quedar bien parada frente al cambio de época? Hay muchas diciendo que no cancelaron o escracharon a nadie.

Fue una reacción al sometimiento y la invisibilización de la mujer. Yo creo que la mujer es un ser superior, de verdad, es otra categoria directamente. Son mejores en todo. El temor atávico del hombre lo llevó a ubicarse, y lo sigue sosteniendo, en el rol de proveedor. El que salía a cazar el mamut era el chabón y, al día de hoy, cuando se siente amenazado, hace lo mismo. Uno está en otro lugar y tiene que ubicarse también y es difícil hacerlo frente a la divinidad que es la mujer. 

En mi visión, lo que no estaba en juego y fue muy suprimido, culturalmente y de una forma tremenda, fue el deseo de la mujer. Y cuando sale, sale como puede, o de una manera rara. Entonces aparece la mirada moral, donde se le da entidad a la palabra de la mujer, con su poder cancelatorio y otro montón de cosas. A mí me parece que el último periodo feminista fue una oportunidad desperdiciada: toda la potencia de la mujer se usó moralmente, cuando era para hacer una fiesta bacanal. Ojo, armar el colectivo de actrices para hacer lo que hicieron con Juan Darthés, que es una basura de persona, me parece perfecto. Pero nunca apareció la celebración del Eros sino algo profundamente moral y conservador. No sé, me da pena, porque ahora esa ola está pegando la vuelta. ¿Cuándo va a volver la época en la que puedan levantar la mano? Cierta cultura masculina va a responder “ya tuviste tu chance de hablar y lo único que hiciste fue denunciar a 4 boludos”

¿Hubo miedo en el mundo del espectáculo?

Terror. En los productores de TV que se dedicaban a casting sábana, por ejemplo. Para ellos estaba totalmente normalizado, era parte del show y de un consenso. “¿Querés ir a Carlos Paz? Bueno, venite”. También se puede hablar de diferenciales de poder, lo que es cierto, pero muchas mujeres lo entendían y sacaban su beneficio de ahí. Aunque sea estéticamente horrible y patético todo.

Foto: Gonzalo Pardo

De esta redada cancelatoria, la sensación es que cayeron los que estaban de la mitad de tabla para abajo. De los poderosos o influyentes ninguno.

Ninguno, claro. Tuvieron sus miedos y les quedó. Ahora hay cosas que ya no harían. 

Vicky Sosa Corrales es licenciada en Ciencia Política y se especializa en comunicación política digital. Trabaja en Menta Comunicación, es asesora de imagen profesional y colabora en distintos medios. Creó y escribe en @realpolitichic. Junto a Paula Puebla es CEO de Vayaina Mag.

Paula Puebla es autora de Una vida en presenteMaldita tu eres y coautora de Diario de un tiempo mesiánico (17 grises). También escribió El cuerpo es quien recuerda (Tusquets). Dicta talleres de narrativa, colabora en medios diversos y, junto a Victoria Sosa Corrales, es CEO de Vayaina Mag.

Gonzalo Pardo es obrero de la producción audiovisual. Fotógrafo, periodista y desarrollador de contenidos. Miembro del colectivo MAFIA y el Programa Patagonia. Autor de Cualquier lugar es bueno para morir (Ediciones El Panda)


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